Tiene apenas 19 años y ya vivió lo que muchos experimentados aún no pudieron. Santiago Simón ya compartió cancha con Lionel Messi (fue sparring de la Selección cuando militaba en la Sub 17), fue campeón Sudamericano, a los 18 debutó en River y ayer sumó un capítulo soñado en su corta carrera (13 PJ): jugó su 1° superclásico, en el Monumental y con el agregado de que por fin supo lo que es sentir el aliento de la gente. Y como broche lo hizo redondeando un partidazo ante Boca, asistiendo a Julián Álvarez en el 2-0 parcial y coqueteando con el gol en dos oportunidades. ¡Es Simonumental!
La asistencia de Simón en el 2-0
Confianza. Eso mismo es lo que le está brindando Marcelo Gallardo a este volante que en sus inicios fue 9 y que ya mostró versatilidad para jugar en otros puestos, como el de lateral derecho en el 1-0 frente a Arsenal. Pero claro, con los años se fue afianzando como volante por derecha y los hinchas ya pudieron ver algunos destellos de su calidad técnica.
Porque al pase-gol preciso que le sirvió al Araña luego le sumó aceleración, verticalidad y mucha personalidad para mostrarse y encarar. Sin dudas, uno de los grandes aciertos de MG y que el propio Simón se encarga de retribuir con buenos rendimientos en cancha desde que le tocó debutar en noviembre de 2020 en plena pandemia.
Simón, en acción (Photo by Alejandro PAGNI / AFP)
Y de hecho, a esa voluntad y desfachatez que mostró este volante admirador de Kevin De Bruyne casi le suma gol. Porque tuvo dos chances clarísimas a partir de un par de bombazos desde afuera del área que no llegaron al arco por sendos desvíos en Izquierdoz. Sí, le quedó el grito atragantado aunque es apenas una anécdota. Lo que Simón dejó en su 1° Súper fue, precisamente, súper auspicioso. Recontra aprobado…
Fuente: Olé
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