“Cuando menos se lo esperen, va a reventar”. Aunque Juanfer Quintero todavía sea uno de los que le tiene fe a su compatriota, la cuestión ahora será saber si Jorge Carrascal finalmente va a explotar en River o detonará en otro lugar. Porque el tiki-tiki del talentoso volante que llegó con el mote de “el Neymar colombiano” pero nunca superó el tic-tac tic-tac que presagiaba su explosión en el equipo de Marcelo Gallardo podría tener su boom en Rusia.
Chiche, como lo apodaron sus compañeros, es una bomba que lleva tres años a punto de estallar pero, como en la cancha, siempre se quedó en amagos. Y aunque Gallardo haya dicho que este año le iba a dar una oportunidad (otra, en realidad), es probable que la encuentre a diez mil kilómetros de Núñez: el ex 10 al que le dieron la 25 como un claro indicio del lugar que iba a ocupar en el plantel ante la llegada de Juanfer y algunas actitudes suyas que en la intimidad no gustaron, podría seguir su carrera en un club ruso del que aún no trascendió el nombre.
A dos semanas del cierre del libro de pases en aquel país (hay tiempo hasta el 22 de febrero a las 23.59 para los fichajes), los dirigentes están negociando la posible salida del colombiano al que el Muñeco había empezado a probar como una variante de falso 9 para ver si más cerca del área le podía sacar el jugo que no pudo lograr fuera de ella.
El entrenador siente que Carrasca, cómo él le dice, agotó sus chances en la posición de creativo o mediapunta sobre la banda izquierda. Y la prueba es el nuevo intento de ubicarlo como alternativa de Julián Álvarez y Braian Romero mientras espera que el interés del equipo ruso se transforme en una importante oferta que le dé un giro al destino de JC25.
Sin mercado en los principales destinos europeos ni en la MLS, donde intentó conseguir ofertas su manager, en las oficinas del Monumental ven con buenos ojos una partida de Carrascal en forma de préstamo con opción de compra o vendiendo un porcentaje de su pase para ser socios ante un futuro despegue del colombiano. Hay que recordar que en julio de 2020 el CSKA había hecho un intento para lleváselo y en Núñez rechazaron la oferta de 7.000.000 de euros.
Hoy, en cambio, el contexto es muy diferente. Porque Chiche ya lleva 81 partidos en el equipo de Gallardo, convirtió nueve goles y aportó seis asistencias, pero nunca transformó en realidad sus constantes insinuaciones de consolidarse como una pieza valiosa en la sólida estructura colectiva de River. Para colmo, la cantidad de alternativas con las que hoy cuenta el deté le restan aún más oportunidades, ya que es una zona del campo superpoblaba por Simón, Quintero, Barco, De la Cruz, Palavecino, Paradela, Pochettino y, en breve, Matías Suárez.
Si Carrasca revienta o no, dependerá sólo de él. Que se vaya si se concreta la propuesta de los rusos, ya no.
Perlitas de Carrascal en River
Fuente: Olé
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