La Tercera División Profesional de fútbol en México tiene una estructura particular que se divide entre los equipos con proyectos propios y filiales no sólo del país sino también de todos los rincones del mundo. Es el caso de River, que tiene su representante en lo que es la cuarta categoría del fútbol azteca. Una oportunidad de expandir su imagen y sus formas.
Lo que decide mostrar el Millonario en México -y así extender sus fronteras- es el método que le permitió posicionarse como uno de los mejores clubes a nivel institucional y sobre todo deportivo en América en los últimos siete años. Un trabajo del que participaron todos, inclusive Marcelo Gallardo.
Matías Vellaz Mahfud, creador de la academia, lleva adelante esta “locura” como describe él tener una franquicia de River en Jalisco, Guadalajara. Una locura que trae consigo un 100% de compromiso, le explica a Olé en exclusiva: “Empezamos con la parte del centro de formación y como nuestro primer objetivo es ser lo más parecido a river que las circunstancias nos posibiliten, trabajamos muy bien”.
Así como llevar el escudo y la imagen exige una código de comportamiento, adentro de la cancha y en cada entrenamiento el club también pide un respeto a la idiosincracia. El estilo que impuso el Muñeco como una identidad que se exporta junto con el nombre de la institución.
El presidente del centro de formación, que cuenta con categorías formativas hasta el primer equipo con jugadores de hasta 21 años, vive en México y es el encargado de organizar el día a día de esta Escuela de River de exportación.
La franquicia de River busca ser campeón en la cuarta categoría de México. Foto: @carpmxescuela
“Lo que hace el club es dar la franquicia, el respaldo institucional. Económicamente lo maneja el centro de formación. Cuando se firma el vínculo, se da un contrato de trabajo en el que tenés que cumplir con ciertas normas institucionales y deportivas”, cuenta Rodrigo Faraone, director de la Escuela de River en Pilar y quien oficia de nexo entre la base en México y el centro neurálgico en Núñez.
Ese es el código que tiene varias páginas escritas por el actual entrenador de la Primera de River: “Del manual que llevamos a cabo en México, que obviamente tiene parámetros amplios, participaron distintas áreas del club. Por ejemplo, Marcelo Gallardo. Él diseñó todo lo que es la parte de diagramación deportiva, estratégica, la forma de trabajo, en conjunto con la parte de preparación física”.
Faraone dice que de esta forma el club se asegura que cada escuela que haya en el exterior bajo el nombre de River siga un mismo patrón de conducta y que “por eso participa Gallardo. También el área de Arqueros con el Pato Fillol. También está la parte institucional, porque más allá del derecho de imagen, le importa mucho la imagen del club. Nosotros, como franquicia, no podemos ascender”.
Vellaz, que se define como presidente, director deportivo y hasta hace algunos meses cocinero del centro, enfatiza en la importancia del escudo que llevan en el pecho: “Nosotros nos comportamos, desde los más chiquitos hasta los más grandes, como el plantel de primera. Con el respeto hacia el rival. Es un compromiso inmenso”.
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“Por más que a veces las canchas no nos permiten jugar porque no están buenas. Los chicos se acercan por el escudo. Es importante que generen identidad, algo que en México es muy difícil. Como en México hay dueños, que hacen lo que quieren, es difícil generar esa identidad en los equipos de acá”, agrega sobre cómo ese método se adapta a las necesidades del caso.
CÓMO FUNCIONA LA FRANQUICIA
A pesar de que se la conoce como filial, sus directores y autoridades le explican a Olé que el término más preciso es el de franquicia. Todo lo que pasa en Jalisco y lo que buscan desarrollar Vellaz como Faraone tiene que recibir la venia de la dirigencia, a partir del contacto de Ricardo Giaccio: “Todo lo presentamos en comisión para que lo autoricen. También si el club necesita algo de nosotros”.
Siguen el método de Gallardo. Foto: @carpmxescuela
Vellaz resalta que desde el vamos el deseo fue el de pisar fuerte a nivel deportivo: “Empezamos distinto a lo que es una filial. El objetivo siempre fue tener un equipo oficial. Eso nos permitió entrar en la Tercera División Profesional por invitación, porque la veníamos rompiendo. Surgió la posibilidad. Fue un crecimiento natural”.
La franquicia de River en Jalisco tiene, en su primer equipo, un plantel compuesto por 35 chicos de hasta 21 años y el más chico tiene 14, a quien describen como “un monstruo”. “No podemos ascender, jugamos la Liguilla contra las filiales y nuestro máximo objetivo es ser campeones. Eso es lo que queremos este año”, explica Matías, que estudió en el instituto de River, donde forjó este lazo.
LA RECIPROCIDAD CON RIVER
“El club hace mucho hincapié en que representamos siempre a River. Nuestro objetivo es hacer todo bajo la línea de river. Nosotros por contrato solo podemos tener fútbol, no somos una peña”, destaca Vellaz. Un gran poder, como es el nombre y el escudo del club, conlleva una gran responsabilidad.
Pero en Núñez también se ven beneficiados por tener su marca en Jalisco, así como en Pilar -los únicos dos centros de alto rendimiento, aunque también hay escuelas recreativas en Colombia y Ecuador. River tiene la posibilidad de llevarse de México cinco chicos cada dos años en cualquier división a partir de la recomendación y el análisis de las autoridades de la academia.
“Hacen las pruebas en su categoría y el entrenador decide si se queda. Todavía no hay chicos nuestros allá, estamos en un proceso de formación. Es el sueño que tenemos“, afirma Vellaz. Faraone asiente: “Sería la frutilla del postre”.
LA TDP, UNA LIGA GLOBAL
El fútbol mexicano tiene una estructura similar al español, en el que las filiales forman parte del fútbol profesional. Sin embargo, es novedoso esta posibilidad de ver equipos que representan a clubes de todo el planeta. “México es un mercado muy grande y siempre está abierto a otras partes del mundo. Entiende que necesita a otros. Es una apertura global”, cuenta el presidente de la franquicia.
Este año entraron Eibar, Dallas, Inter de Miami. Además, están las filiales del América, de Chivas y Pumas, e incluso el Atlético Madrid tiene su base ahí gracias a un acuerdo con Atlético San Luis. Los poderosos se expanden y ganan terreno.
Vellaz también se refiere al contraste: “En infraestructura hay diferencia con esas grandes franquicias. La afluencia de jugadores fue a través del escudo y del laburo que logramos hacer. En lo deportivo hemos sabido trabajar a los chicos y son unos desfachatados bárbaros. De Europa y Estados Unidos traen una infraestructura y un dinero que no tenemos en Latinoamérica”.
Un proyecto que comenzó antes de la pandemia y que en su primera experiencia lograron un quinto puesto entre las filiales. Ahora, en esta segunda temporada que comienza este fin de semana, el sueño es el de llegar todavía más lejos.
Fuente: Olé
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