Si hay algo que caracteriza a River es que fue un gigante desde sus comienzos hasta los tiempos que corren y si bien en su historia hubo algunos momentos que lejos estuvieron de ser los ideales, la realidad indica que en líneas generales y de manera sostenida fue una institución ganadora con planteles memorables y vueltas olímpicas imposibles de olvidar. No hay que dejar de destacar ídolos de la talla de Ángel Labruna, Amadeo Carrizo, Pinino Mas, Mostaza Merlo o Ubaldo Fillol, ellos son parte de la historia dorada de River.
Pero si hubo un año en el que River tocó el cielo con las manos fue en 1986. En abril derrotó 2 a 0 a Boca en la Bombonera con dos goles del Beto Alonso –uno con la recordada pelota naranja- y dio la vuelta olímpica en la casa del eterno rival, meses más tarde se consagró campeón de la Copa Libertadores de 1986 con un Bufalo Funes intratable en las finales contra el América tanto en Cali como en el Monumental y el broche de oro fue el 14 de diciembre ante el Steaua de Bucarest en Tokio cuando el equipo del Bambino ganó la Copa Intercontinental, el resultado en la final fue 1 a 0 y el tanto lo convirtió Antonio Alzamendi.
El merecido homenaje
Es cierto que en los últimos años hubo jugadores del plantel del 86 que mostraron su malestar por algunas situaciones en las que no se sintieron reconocidos por el club. Pero en esta oportunidad se organizó que en la previa al partido contra Patronato del próximo domingo 7 de noviembre –que comenzará a las 20.15 horas- las glorias de 1986 salgan al Monumental y reciban una plaqueta conmemorativa. Es importante que los hinchas que concurran al Antonio V. Liberti ante el Patrón lleguen un rato antes de lo previsto para poder ovacionar como corresponde a aquel plantel que escribió páginas doradas de la rica historia de River.
Copa Libertadores 1986
Copa Intercontinental 1986
PaginaMillonaria
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